"El amor a los libros puede ser más fuerte que el gusto por una vida que se viera privada de ellos"
Claude Roy, El amante de las librerías

jueves, 8 de marzo de 2012

Escribir a mano

"Si decides escribir en una tarde de abril, no trates de sujetar tu mano. Porque escribir puede ser ese detalle feliz que ayude a no jurar en vano a aquél que vendrá detrás de ti, y quizá él consiga, así, que todo salga a la perfección."

Porque ¿quién no desespera al escribir? ¿Quién no sufre en cada línea como Flaubert decía? ¿Por qué una línea es maravillosa y otra la borraríamos sin remedio?
Yo sufro, a veces, pendiente de si será esta la palabra adecuada que creará un hilo entre mi mente y la del lector. Esa conexión "visuomental" que evita que cierre la página web y me abandone, y solo me quede el vacío gélido de los bites.
Pero hay personas que no sufren al escribir, es curioso, las palabras salen solas de su boca, sin que haya nada que deban cambiar porque la historia está en su mente tal como te la cuentan. Y tal cual la escriben. Y te gusta al leerla.
Quizá la clave está en el trabajo que acompaña a la inspiración. A veces, ese trabajo es mental, pero otras el escritor lucha en cada frase, y esa guerra abierta queda plasmada en un papel lleno de correcciones.

Por eso, para todo aquél interesado en ese proceso de trabajo de los textos, es conveniente y curioso acceder a  los manuscritos de los escritores, esos que se ocultan a menudo, a veces en archivos privados, otras en cajones de alguna institución, y cada vez más en la red. Porque la posibilidad que nos brinda Intenet para ver esos manuscritos digitalizados es algo impagable, ya que nos permite ahondar en el proceso creativo de los escritores que nos precedieron.
Pero es algo curioso, no solo para los que intentamos escribir, siguiendo los modelos que usaron otros, sino también para los que quieren estudiar ese algo que apasiona al lector en cada línea. Y, como no, para los que les gusta leer, simplemente.
Si escribir a mano para mí ya no es posible, acostumbrada a teclear letra a letra, y a borrar sin tino lo que escribo, entrando en una rueda de la que es difícil salir, imagino lo que debía ser escribir solo a mano, tachando y reescribiendo cien veces.

Y todo esto que os cuento se ve reflejado en la web. Por ejemplo, en la exposición online que ha organizado la Biblioteca Nacional de Francia, "Brouillons d'écrivains", en la que la palabra va unida a la imagen, enseñándonos manuscritos de grandes autores como Víctor Hugo, Émile Zola, Balzac, Queneau o Marcel Proust . Y reflexionando sobre esos procesos de escritura.

O en la exposición interactiva que se celebra hasta el 29 de abril en  Lisboa, "Fernando Pessoa, plural como el universo", de la Fundación Calouste Gulbenkian, en la que se enseñan textos inéditos junto al baúl donde guardó sus más de veinticinco mil manuscritos, y en la que podemos pasear por las cabinas que representan a los principales heterónimos del poeta (Alberto Caeiro, Ricardo Reis, Álvaro de Campos y Bernardo Soares), mientras hacemos y deshacemos versos de Pessoa con apenas mover una extremidad del cuerpo.

Para los que no puedan visitar Lisboa en uno de esos viajes de fin de semana, os dejo, como siempre, un vídeo.


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