"El amor a los libros puede ser más fuerte que el gusto por una vida que se viera privada de ellos"
Claude Roy, El amante de las librerías

viernes, 10 de junio de 2011

De mutilar libros y otras ideas

La de veces que me han entrado ganas de arrancar páginas de un libro para poder guardar lo que cuenta, y todas ellas algo en mi interior me llamaba sacrílega.
Pues bien, hoy he encontrado un blog que, en un post magistral, da consejos para organizar bibliotecas personales. El autor nos cuenta cómo creó un libro personal con lo que más le interesaba, que incluía fragmentos de libros, fotocopias, incluso páginas arrancadas...sí, sí, has leído bien, páginas arrancadas, de tal forma que se guarde solo la esencia de lo que te interesa. Y repito, me ha encantado lo que cuenta, y me da envidia no tener esa capacidad para arrancar hojas, y me alegra que alguien lo haga, y además, lo cuente.


Eso me recuerda un chiste. Esto es un bibliotecario que le dice a otro: "A ver si te gradúas la vista, ¿no te das cuenta de que nos han cortado con un cúter todos los cuadros de Caravaggio del Summa Artis?" Y el otro bibliotecario calla y otorga
 ¿Que dónde está el chiste? Pues es que no lo hay, es la pura realidad. Es una práctica muy normal, que ha ido decayendo gracias a la popularización de Internet. ¡Señores, que Google Imágenes ha salvado del desastre a incontables libros de arte! La sección de libros de consulta de las bibliotecas le debe parte de su integridad a este servicio...

Quedarse con las páginas que te interesen y tirar las demás ahorra espacio en casa, desde luego. Llevar una libreta para anotar ideas, pensamientos, citas, referencias de libros que quiero leer en algún momento, es algo que yo también hago. Pero yo prefiero morir de la picadura de un libro sin vacunar, o porque se me caiga una torre de libros encima, antes de hacer eso, mi conciencia no me dejaría tranquila por los restos. Lo que no significa que no me entren ganas de diseccionar alguno, muchas veces. De hecho me inundan las fotocopias, y archivo artículos en carpetas, estos sí arrancados, porque siempre nos quedarán los periódicos para saciar esas ansias de mutilación: total, si van a acabar en la basura...

En resumen, os recomiendo leer su post, y os dejo una última idea: para esto es para lo que mejor van a venir los libros electrónicos, te compras el capítulo y ¡andando!




1 comentario:

  1. Siempre y cuando el que mutile el libro no sea un pardillo; me explico, recuerdo que en CC. de la Información, un chico cortó una hoja de una revista de cine (con una chica monísima), con tan mala suerte, que en ella etaba la banda magnéica que hace que salte la alarma, no veas la que liamos para dar con el documento en cuestión. Yolanda

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