"El amor a los libros puede ser más fuerte que el gusto por una vida que se viera privada de ellos"
Claude Roy, El amante de las librerías

miércoles, 18 de abril de 2012

Mis Poemas (IX)




Una mañana amanece y no estás.
Y descubro que las palabras que ayer me dijiste, a mi oído,
se han perdido en el tango que bailabas antes de entrar a mi casa.
Y el tiempo se detiene en una figura discreta,
de malevaje caliente y de un Sur distante.
Y luego se detiene en uno de tus besos, en mi mejilla.

Todo esto ocurre, si no pienso en más que si eso ocurriera.

Todo es una piel de tigre que conforma el mapa de tu cara
de tu sexo
de tu cuerpo acariciándome cada tarde.
Porque una tarde vuelves a casa y te espero,
sentada en el borde de la cama, en silencio
solo buscando tu cara mientras me miras.

Todo esto ocurre, si no pienso en más que si eso no ocurriera.

Y esta tarde despierto dentro de ti,
envuelta en la alfombra que es tu pecho que me conforta,
y descubro que me miras con amor. Todo estará bien.
Mientras, hacen ruido los vecinos, y tratas de escapar por la puerta
que siempre estará abierta cuando quieras entrar.

Y siento que quiero escribir para ti, aunque no te conozca,
porque mi voz fluye cuando te escucho
y me descubres parte de tu mundo.

Un tango después paseamos por la playa, tomamos una cerveza
y coges mi mano.

Todo esto ocurre, cuando estás cerca de mí.


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